Ronaldinho, la sonrisa del mago
Terminó cuando él quiso, como él quiso y con la sonrisa de saber que lo estaba haciendo no solo por él, sino por muchos otros. Ronaldinho dedicó su vida a ser feliz jugando al fútbol, e hizo feliz al resto. En el Paris Saint Germain llamó la atención en Europa, pero poco antes, en el Gremio, ya tenía esa sonrisa despreocupada de hacer las cosas para disfrutar sin pensar en las consecuencias.
Su llegada a Barcelona iluminó el horizonte de un club que llevaba 5 temporadas sin ganar nada. Su gol ante el Sevilla pasadas las 12 de la noche de un partido peculiar hicieron presagiar algo grande para el FC Barcelona, aunque ese partido no pasase del empate. Y así fue.
Con Rijkaard en el banquillo, protegido por Puyol y Marquez, guiado por Xavi y Deco, y acompañado de Giuly y Samuel Eto´o, el Barça de Ronaldinho conquistó una liga en el segundo año del brasileño como blaugrana. Una temporada más tarde, al triplete del Barcelona se unía el Balón de Oro de Ronaldinho. Él seguía sonriendo.
Había llevado magia al Camp Nou, había conocido el éxito y paró. Paró de cuidarse, de ser un referente en el Barcelona y Guardiola no lo quiso en su equipo cuando llegó al primer equipo. Su destino fue Milan.
Ronaldinho, Guardiola y el adiós de un ídolo
Ronaldinho llegó a Milan y se bajó del fútbol. Demostró que era un privilegiado. Veía y ejecutaba pases que el resto solo imaginaba, pero dejó de ser futbolista, aunque siguió viviendo del fútbol.
En su vuelta a Brasil no le fue mal. Ganó una Copa Libertadores y apuró algunos meses en el Queretaro FC. Siguió dando espectáculo cada vez que pisaba un terreno de juego. Cada vez corriendo menos, cada vez con el físico menos trabajado y aún así, Ronaldinho seguía sobresaliendo.
Una vez retirado, Ronaldinho siguió divirtiéndose con un balón en los pies. Unos días en la playa, otros días en un evento publicitario en la India. Así se fue agotando el genio que ahora se encuentra preso en Paraguay, y aún así, sigue con esa sonrisa con la que festejaba sus primeros goles en el Gremio.