Javi Moreno, el Alavés y aquella final de la UEFA

Javi Moreno, estrella del mejor Alavés a comienzos de siglo

A Javi Moreno nadie le regaló nada. Criado en la Masía, se curtió en 2ªB y en Segunda antes de llegar a aquella final de la UEFA. Era el año 2001, el conjunto vitoriano, entrenado por Mané, se deshizo del Rosenborg, Inter de Milán, Rayo Vallecano y Kaiserlautern para verse en la final contra el Liverpool.

El conjunto inglés, comandado por Michael Owen, Robbie Fowler y donde empezaba a destacar un joven Steven Gerrard, era el claro favorito ante la revelación del torneo. Javi Moreno sería uno de los protagonistas de esa final que el Alavés perdió con un gol de oro en el minuto 117 (ver partido completo). De poco sirvió el doblete de Javi Moreno en aquella final de la Copa de la UEFA.

No levantaría ningún título, pero ese año del Alavés quedó para la historia del fútbol al ver a uno de los equipos más humildes de la competición llegar a la final y poner contra la cuerdas a un todopoderoso de Europa como el Liverpool. Además, le sirvió para destacar en Europa.

El Milan se fijo en él y en Cosmin Contra. Ambos pasaron a formar parte del equipo rossonero y compartieron vestuario con mitos como Maldini o Shevchenko. De pocos minutos disfrutó Javi Moreno, los 22 tantos en Liga la campaña anterior que le permitieron disputar el pichichi hasta el final con Raúl y Rivaldo no le permitieron hacerse hueco en uno de los equipos más potentes de Europa.

De vuelta a España

Tras un año jugando en el Milan, Javi Moreno volvió a España. El Atlético de Madrid de Luis Aragonés acababa de ascender a Primera División. Su objetivo era volver a consolidarse en lo más alto del fútbol español y para ello contaron con Javi Moreno. Dos temporadas donde el delantero valenciano quedó eclipsado por la irrupción de Fernando Torres.

Sus 8 titularidades y 5 goles en las dos temporadas en el Atleti hicieron que viajara a Zaragoza. Allí consiguió el único título de su carrera. Una Supercopa de España que el club maño arrebato al Zaragoza, con un gol en la vuelta de Javi Moreno.

Una temporada, 4 goles en Liga y poco más de mil minutos en un equipo donde en la delantera mandaba un joven David Villa. La temporada siguiente Javi Moreno volvió al Córdoba, en 2ªB, donde siguió demostrando ese olfato goleador que le había llevado hasta la élite.

Sinónimo del gol

Sus 24 goles en la temporada 2006/07 permitieron al conjunto andaluz ascender a Segunda División. Sus últimos años de fútbol los disfrutó en el Ibiza y el Lucena.

Javi Moreno será recordado por su olfato goleador, por aquella final de la Copa de la UEFA con el Alavés, pero sus goles también dieron el primer ascenso al Numancia a Primera División. Consiguió debutar y marcar con la Selección española (5 partidos/ 1 gol), pero no compitió en ningún gran torneo.

Un comentario en «Javi Moreno, el Alavés y aquella final de la UEFA»

  • el noviembre 18, 2019 a las 9:45 am
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    Si puedo recordar, aunque no quiero, las penalidades que padecimos los damnificados del aeroplano numero 13 que me convencieron sobre la existencia de los numeros malditos. Haberlos, haylos, pense mientras rebuscaba en vano algun apellido gallego en mi arbol genealogico. Pero vamos a los recuerdos imborrables, a la llegada a los aledanos de ese estadio impresionante donde un domingo tras otro agitaban sus banderas enormes los hinchas del Borussia de Dortmund. Unas tribunas inmensas y verticales que acongojarian aun mas en un plano cinematografico contrapicado. Semblanzas de unas horas previas a la mejor final europea jamas vista dominadas por la ilusion de ninos la vispera de Reyes (nosotros) y la estampa sobrecogedora de los ‘hooligans’ ingleses. Nunca habiamos presenciado tal acumulacion de barrigas cerveceras de tipos con vasos de lupulo y cebada en la mano. Alli serpenteabamos, con el escozor emocionante que procura el futbol de misa mayor, revueltos y reunidos por las indumentarias albiazules, rosas y argentinas. Envueltos en los sones de un orfeon. Porque hay que oir como cantan los ingleses cuando miles de voces acompasadas acuerdan el ‘You’ll never walk alone’. Claro que los feligreses del Deportivo, aun vestidos de forma tan poco castrense, tampoco dejamos solo al equipo. Ni siquiera cuando el autogol de Geli en el minuto 118 nos supo a hebra de tabaco rancio que hace nido entre los dientes.No desmayamos y eso que el 2-0 adverso en el minuto 16 vaticinaba un escarnio. Algo que en modo alguno admitio la tropa de Mane, autora de sucesivas reacciones conmovedoras. El Glorioso habia nadado hasta la orilla por algo. Desde luego con bastantes mas argumentos que los que ponen las gallinas. Aquel Deportivo no solo le echaba un par, sino que jugaba realmente bien al futbol. En el cuarto de pensar reciente vivian la eliminatoria contra el Inter del Chino Recoba o la campana imperial por tierras alemanas. Y el Alaves de Dortmund refresco esas sensaciones para hablar de tu a un Liverpool que por historia exigia tratamiento de usted. Admito que al cuarto de hora de empezar el partido se me pasaron por la cabeza escenas rurales de Regional y Tercera, extremos como Pana y Frechilla, mi pasion infantil por Kaitos o la reverencia que profesare a Morgado hasta el final de mis dias. Tambien repare en Senor o Valdano mientras procuraba devolver las lagrimas salientes a la cuenca de los ojos. Pero Contra subia la banda cien veces, Javi Moreno remataba y me broto de la garganta aquella cancion de Heroes del Silencio que vocalizaba Bunbury. “Te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocar”. Nunca una derrota elevo de tal modo y a la enesima potencia el orgullo de pertenecer al Glorioso.

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