Luis Suárez, fútbol puro

Luis Suárez llegaba a ‘El Clásico’ con 3 goles en 9 jornadas de Liga, pero ejerció de líder en el momento adecuado

La baja de Leo Messi obligaba a Luis Suárez y compañía a tomar las riendas del equipo. Ante el Inter el equipo respondió y salvó la papeleta con buena nota, pero la llegada de ‘El Clásico’ en la décima jornada de Liga y sin Leo Messi parecía un bache más complicado de resolver.

La clase media del Barça tenía que dar un paso adelante y así lo hicieron, especialmente Luis Suárez. En ningún momento se le recriminó falta de garra, pero sí que se le ha visto en estos primeros nueve partidos en Liga desacertado y algo fuera de forma. Aunque le suele costar coger forma en los inicios de temporada.

Sus 3 goles hasta el Clásico no convencían a nadie. Proclamar a Luis Suárez líder para el partido contra el Real Madrid parecía una locura, pero el uruguayo respondió a base de goles. Su hat-trick ante el Real Madrid acabó con todas las dudas que se habían generado. No solo por la efectividad, sino por el juego desplegado.

Luis Suárez, algo más que garra

Luis Suárez puede estar más o menos acertado con el balón en los pies, pero no se le puede acusar de falta de compromiso. El uruguayo corre, brega, lucha cada balón, hasta que no puede más. Frente al Real Madrid dio una clase de lo que debe ser un delantero centro puro.

Demostró tener una colección de remates a disposición del equipo. Sus tres goles así lo demuestran. Penalti duro a la cepa del poste, imposible para Courtois. Un cabezazo donde imprimió fuerza y colocación. Un desmarque al espacio y  un toque sutil para levantar el balón y batir al portero belga. Incluso estuvo a punto de marcar un cuarto con un remate acrobático dentro del área.

Fue en el momento adecuado, ante el rival indicado cuando el uruguayo se encargó del equipo. Compromiso, gol y liderazgo. Facetas que convirtieron a Luis Suárez en el delantero que necesita el Barcelona para aspirar a Liga y Champions.

Un Barcelona con cabeza, un Real Madrid sin ideas

El Barcelona se plantó en ‘El Clásico’ cuatro puntos por delante del Real Madrid, sabiendo que no era un partido trascendental, pero que podía dejar a su máximo rival a 7 puntos y muy tocado moralmente. Para ello, el Barça se hizo dueño del balón y buscó la banda de Jordi Alba para crear peligro. Así llegó el primer gol. Pasividad en la presión del Real Madrid y Rakitic, solo en el centro del campo pone un balón  a la espalda de Nacho para que el lateral blaugrana llegue a línea de fondo y ponga un balón al centro del área para que Coutinho empuje.

La espalda de los laterales blancos y los constantes errores defensivos de los madridistas permitieron un encuentro plácido para los de Valverde que se plantaron dos cero al descanso y con la sensación de haber sufrido poco. Por su parte, el Real Madrid llegaba al área contraria sin mucho juego, pese a ello no iba a regalar el partido y empezó la segunda parte recordando a aquel Real Madrid de las remontadas.

Marcelo y poco más

El gol de Marcelo dio esperanzas a los blancos y el palo de Modric puso algo de tensión en el encuentro, pero Bale y Benzema no estaban. Esa fue la gran diferencia. Las que tuvo el Real Madrid no las aprovechó. Con Bale desaparecido y con Benzema sin acierto de cara a puerta el ánimo del Real Madrid se fue apagando. Cuando llegó el momento del Barça, Suárez lo aprovechó y un Madrid sin moral ni juego se hundió.

Sergi Roberto liberado en el centro del campo supo como castigar a los blancos. Suárez no perdonó. Rakitic, Busquets y Arthur se encargaron del control del balón. Si a eso le sumamos la velocidad de Dembelé y el gusto de Arturo Vidal por llegar al área rival, obtenemos el quinto gol.

Una mano del Barça al Real Madrid que deja en entredicho al equipo blanco y que trae un nuevo entrenador para los blancos.

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